“…Qué
paz en este muro gris
Sobre
el que cuelgan los frutos de un árbol
…
Y el altar es esta noche más recogido,
Brillan aún
en él los ornamentos,
Canta un
grillo en los campos del verano”.
Friedrich
Hölderlin
( Alemania, 1770 – 1843 )
El
Cementerio
Pacífico
lugar donde la joven hierba verdea,
Donde
hombre y mujer yacen y las cruces se elevan,
Donde
son conducidos los amigos,
Donde
claro cristal relumbra en las ventanas.
Desde
el alto resplandor del cielo
De
mediodía, hasta la primavera que en tu silencio se demora,
Nubes
espirituales, grises y húmedas,
La
hermosura del apacible día, todos sobre ti pasan.
Qué
paz en este muro gris
Sobre
el que cuelgan los frutos de un árbol;
Ramas
negras cubiertas de rocío y de duelo,
Pero
que sin embargo muestran en sus frutos la belleza.
Reina
una oscura paz en la iglesia
Y
el altar es esta noche más recogido,
Brillan aún
en él los ornamentos,
Canta un
grillo en los campos del verano.
Cuando se
escucha allí hablar al sacerdote,
Junto al
grupo de amigos
Que
acompañan al muerto. ¡Qué intimidad
Y
noble espíritu, que la piedad propicia!
A
Diotimia (2)
¡Bella vida!
Tú vives, como leve brote de invierno,
en este mundo agostado sola y callada
floreces.
Aire ansías,
y luz, primavera que vierta su tibio
resplandor, cuando buscas la infancia
del mundo.
Ya tu sol, ya
tu tiempo feliz se ha ocultado,
y en la noche glacial sólo hay fragor
de huracanes.