“…Pude haber estado ahí
Pero no
y tú continúas estando como una nota que nunca se cierra”
Alessandra Coronel nació en
Carora, estado Lara, 1992. Estudia 2º años de Ciencias en la unidad educativa
Pedro Camejo. Integrante del programa
liceísta de la Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. Ha recibido
los siguientes reconocimientos y premios en poesía: Letras Nacientes (Carora, 2003); primer lugar en el premio nacional de
poesía Cheo Rodríguez (Carora años 2006, 2007 y 2008). Premio Regional de
poesía Numa Rojas (Carora, 2009). Mención especial en el XII concurso nacional
de poesía Liceísta de la Casa Andrés Bello (Caracas, 2009). Publicaciones
de antologías: Niños poetas de Carora
(2005). Poetas Venezolanas BCV Cultural (Caracas, 2009). “Jóvenes Poetas”
separata de la Revista Cultural principia (Barquisimeto, 2009); Rosa Caribe, de
la editorial La Mancha, (2012) Publicó artículos de prensa en el diario El
Caroreño años 2008 y 2009 en Carora.
Textos poéticos
(Entre tunas)
“Quién asiste las intermitencias de las velas
que encendiste”
***
En la frialdad de las finas gotas,
no hay lugares visibles
cuando escribo no hablo,
me encierro en una palabra
y la repito
repetidas formas de árboles abstractos
repetidas carnes viejas
de viejas que gritan
me asomé a ver la calle lavarse sola y sin alma
la lluvia corre sin fe
y entonces soy tan igual
que ni siquiera existo
repetidas palabras
de voces desconocidas
pierden sentido las letras inventadas
y en este caso…
una negativa.
***
Después que los
astros dieron su paseo desigual
La fuerza vino
el cataclismo de
luces
el naufragio de
versos rotos.
No sé dé donde nació
el último verso… no lo sé
un pañuelo
la tarde triste,
cayendo a pedazos sobre las
montañas
como la nada, en los
ojos vacíos
del perro muerto en
la esquina.
***
Desvisto las heridas
del camino
hay tunas y algún
pájaro
al final vengo a ser
los cardones
cuando no hay
promesas de sequía
cuando el barranco
intimida en la intemperie
y el sueño de los
chivos
es recio e imposible
Reniega
el trabajo pesa
sobre la piel
y el hambre se nota
en la luz del ojo
cerrado
como parpadeantes
esperas
en el naufragio
seco, desvirtuando
polen y amarras
temblando en verde
temblando en sueños
ruido y partida
sólo quedan tunas
y flores amarillas
en el camino.
Nota:
Los textos fueron extraídos del
libro: “Entre tunas” de la colección: “Alta Voz”, de La Fundación Casa Nacional
de las Letras Andrés Bello.
Alessandra Coronel