23 de julio de 2012 | By: Leonardo García.

Alessandra Coronel



“…Pude haber estado ahí
Pero no    y tú continúas estando como una nota que nunca se cierra”

Alessandra Coronel nació en Carora, estado Lara, 1992. Estudia 2º años de Ciencias en la unidad educativa Pedro Camejo.  Integrante del programa liceísta de la Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. Ha recibido los siguientes reconocimientos y premios en poesía: Letras Nacientes (Carora, 2003); primer lugar en el premio nacional de poesía Cheo Rodríguez (Carora años 2006, 2007 y 2008). Premio Regional de poesía Numa Rojas (Carora, 2009). Mención especial en el XII concurso nacional de poesía Liceísta de la Casa Andrés Bello (Caracas, 2009). Publicaciones de antologías: Niños poetas de Carora (2005). Poetas Venezolanas BCV Cultural (Caracas, 2009). “Jóvenes Poetas” separata de la Revista Cultural principia (Barquisimeto, 2009); Rosa Caribe, de la editorial La Mancha, (2012) Publicó artículos de prensa en el diario El Caroreño años 2008 y 2009 en Carora.



Textos poéticos
(Entre tunas)

“Quién asiste las intermitencias de las velas que encendiste”


***

En la frialdad de las finas gotas,
no hay lugares visibles
cuando escribo no hablo,
me encierro en una palabra
y la repito
repetidas formas de árboles abstractos
repetidas carnes viejas
de viejas que gritan
me asomé a ver la calle lavarse sola y sin alma
la lluvia corre sin fe
y entonces soy tan igual
que ni siquiera existo
repetidas palabras
de voces desconocidas
pierden sentido las letras inventadas
y en este caso…
una negativa.


***

Después que los astros dieron su paseo desigual
La fuerza vino
el cataclismo de luces
el naufragio de versos rotos.
No sé dé donde nació el último verso… no lo sé
un pañuelo
la tarde triste, cayendo a pedazos sobre las
montañas
como la nada, en los ojos vacíos
del perro muerto en la esquina.


***

Desvisto las heridas del camino
hay tunas y algún pájaro
al final vengo a ser los cardones
cuando no hay promesas de sequía
cuando el barranco intimida en la intemperie
y el sueño de los chivos
es recio e imposible
Reniega
el trabajo pesa sobre la piel
y el hambre se nota
en la luz del ojo cerrado
como parpadeantes esperas
en el naufragio seco, desvirtuando
polen y amarras
temblando en verde
temblando en sueños
ruido y partida
sólo quedan tunas
y flores amarillas en el camino.


Nota:
Los textos fueron extraídos del libro: “Entre tunas” de la colección: “Alta Voz”, de La Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. 

Alessandra Coronel