21 de enero de 2013 | By: Leonardo García.

Arthur Rimbaud II


“…El primer objeto de estudio del hombre que quiere ser poeta
es su propio conocimiento, completo…

El poeta se hace vidente por un largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos[…]Inefable tortura en la que necesita de toda la fe, de toda la fuerza sobrehumana, por la que se convierte entre todos en el enfermo grave, el gran criminal, el gran maldito, — ¡y el supremo Sabio! —“


Arthur Rimbaud poeta y narrador. Nacido en Charleville-Mézières (Francia), el 20 de octubre de 1854. Se le considera por muchos críticos y autores como uno de los más grandes poetas en la historia de la literatura francesa y del mundo. Entre sus obras más destacadas figuran: Una Temporada en el Infierno, (1873); Las Iluminaciones, (1886); (en este caso recogida y publicada por el poeta Paul Verlaine). Entre otros textos sueltos que fueron compilados y publicados en su debido momento; los cuales en este caso se mencionan : El Barco Ebrio, 1871; Sol y Carne; Ofelia; Baile de los Ahorcados; El Castigo de Tartufo; El Herrero; Venus Anadiomena; Primera Velada; Los Azorados; Romance; El Mal; Rabias de Césares; Sueño para el Invierno; En el Cabaret Verde, la cinco de la tarde; La Maliciosa; Mi Bohemia; Los Cuervos; Los Sentados; Cabeza de Fauno; Oración de la Tarde; Canto de Guerra Parisino; El Corazón Robado y Vocales. Conjuntamente con Paul Verlaine y otros compañeros, publicaron los siguientes libros: Álbum Zutique, 1943; y Les Stupra, (Los estupros). Aproximadamente a los 18 o 19 años de edad, “Arthur Rimbaud” deja por siempre la literatura para marcharse a tierras Africanas.


Jean Arthur Rimbaud
(1854)



Los Estupros
(1962)



/ El Ídolo /
Soneto al Hueco del Culo



Oscuro y fruncido como un clavel violeta,
él respira, humildemente agachado entre el musgo
húmedo todavía de amor que sigue la fuga suave
de las nalgas blancas hasta el corazón de su repulgo.

Filamentos parecidos a lágrimas de leche
han llorado bajo el viento cruel que los rechaza
a través de pequeños coágulos de marga rojiza
para irse a perder donde las pendiente los llamaba.

Mi sueño se abocó a menuda a su ventosa;
mi alma, del coito material celosa,
hizo allí su lagrimal salvaje y su nido de sollozos.

Es la oliva desfallecida y la flauta mimosa,
es el tubo por el que desciende la celeste peladilla,
Canaán femenino en las humedades cercadas.


Albert Mérat
PV-AR




Las Antiguas Bestias


Los antiguos animales montaban, aún corriendo
con los glandes barbados de sangre y de excremento.
nuestros padres desplegaban su miembro con orgullo por el pliegue
de la vaina y el grano de la bolsa.

Hasta un Kléber, según el calzón que miente
quizás un poco, no ha debido carecer de recurso.
En la edad media para la hembra, ángel o puerca,
hacía falta un gallardo de sólido aparejo;

Por otra parte el hombre se iguala al más fiero mamífero:
la enormidad de su miembro nos asombra sin razón;
pero una hora estéril ha sonado: el caballo

Y el buey han reprimido sus ardores, y nadie
osará más erguir su orgullo genital
en los bosquecillos donde bulle una infancia bufona.




Nuestras Nalgas no son las Suyas


Nuestras Nalgas no son las Suyas. A menudo he visto
a gente desabotonada detrás de algún seto,
y, en esos baños sin apuro donde la infancia se regocija,
observaba el plano y el efecto de nuestro culo.

Más firme, lívido en muchos casos, está provisto
de semiplanos evidentes que tapiza la criba
de pelos; para ellas, es solamente en la raja
encantadora donde florece el largo satén frondoso.

Una ingeniosidad conmovedora y maravillosa
como sólo se ven en los ángeles de los cuadros santos
imita a la mejilla donde la sonrisa se ahonda.

¡Oh! ¿igual estar desnudos, buscar alegría y reposo,
la frente vuelta hacia su porción gloriosa,
y libres los dos murmurar sollozos?





Álbum Zutique
(1943)



El Angelote Maldito



Techos azulados y puertas blancas
como en nocturnos domingos,

en la punta de la ciudad, sin ruido
la calle está blanca, y es de noche.

La calle tiene casas extrañas
con persianas de ángeles.

Pero, hacia un mojón, he aquí
acudir, malvado y transido,

un negro angelote que titubea,
habiendo comido demasiada yuyuba.

Hace Caca: luego desaparece:
pero su caca maldita aparece,

bajo la luna santa que vaca,
de sangre negra una ligera cloaca.


Louis Ratisbonne.
A. Rimbaud.




Obra escogida


En el Cabaret-Verde., las cinco de la tarde.



Tras ocho días, había destrozado mis botines
en las piedras de los caminos. Entré en Charleroi.
-En el Cabaret-Verde, pedí una rebanada de pan
con mantequilla y jamón que estaba medio fresco.

Dichoso, estiré las piernas bajo la mesa
verde: contemplé los temas bastante ingenuos
de la tapicería-. Y fue adorable,
cuando la chica de enormes tetas, de ojos vivos,

-¡aquella, a la que un beso no asusta!-
Sonriente, me trajo una rebanada de mantequilla,
Y jamón tibio, en un plato coloreado,

Jamón rosa y blanco perfumado con un diente
de ajo-, y me colmó la jarra inmensa, con su espuma
que doró un rayo de sol retrasado.

Octubre, 1870. 


Vocales




A negro, E blanco, I rojo, U verde, O azul: Vocales
yo diré algún día vuestros nacimientos latentes:
A, Negro Corsé velludo de moscas brillantes
zumbando alrededor de hedores crueles,

Golfos de sombras; E, candores de vapores y tiendas,
lanzas de glaciares intrépidos, reyes blancos, temblores de umbelas;
I, púrpuras, sangre salpicada, risa de labios bellos
en la cólera o las borracheras penitentes;

U, ciclos, vibraciones divinas de mares verdosos,
paz de pastos sembrados de animales, paz de arrugas
que la alquimia imprime en las grandes frentes estudiosas;

O, supremos Clarín lleno de estridencias extrañas,
silencios atravesados por Mundos y Ángeles:
O la Omega, ¡rayo violeta de Sus Ojos!



El Mal



Mientras que los salivazos rojos de la metralla
silban todo el día por el infinito del cielo azul;
que escarlatas o verdes, cerca del Rey que los burla,
los batallones en masa caen en el fuego;

mientras que una locura espantosa, pulveriza
y hace de cien mil hombres una pila humeante;
-¡pobres muertos! En el verano, en la hierba, en tu alegría,
¡naturaleza! ¡oh tú qué hiciste a estos hombres santamente!...

-es un Dios el que ríe en los manteles adamascados
De los altares, en el incienso, en los grandes cálices de oro;
el que en el oscuro cuneo de los hosannas se duermen,

y se despierta, cuando las madres, reunidas
en la angustia, y llorando bajo sus viejas cofias negras
¡le dan una perra gorda liada en su pañuelo!




Nota:
Los textos fueron extraídos del libro “Obra Escogida” (Edición Bilingüe) Arthur Rimbaud. Editorial edicomunicación, S.A. Colección Crisol. A continuación el vídeo completo titulado "Total Eclipse", del poeta francés "Arthur Rimbaud". bajado del portal youtube.com.


Arthur Rimbaud

10 de enero de 2013 | By: Leonardo García.

Teófilo Tortolero II


“Vengo desde el invierno décimotercero
A morir sobre arenas moradas”


Teófilo Tortolero, Pintor, Poeta y abogado. Nacido en Valencia–Venezuela, el 15 de febrero de 1936. Perteneció al Grupo Literario “Azar Rey” (1968-1969), conjuntamente con Eugenio Montejo. Estudio primaria en el Colegio “Don Bosco” (Valencia), y secundaria en el instituto “La Salle”, y en el liceo “Pedro Gual”. Fue Co-fundador de la revista “Poesía y Zona Tórrida”. Entre sus obras poéticas destacan: Demencia Precoz, 1968; Las Drogas Silvestres, 1972; 55 poemas, 1981; Parfuma Jaguaro, 1984; La Última Tierra, 1990; El libro de los Cuartetos, 1994. En el año de 1982, recibe el premio de la Bienal “José Rafael Pocaterra” con “El Día perdurable y otros poemas”, publicado póstumamente en el año de 1997.



Teófilo Tortolero
(1936 - 1990)



Las Drogas Silvestres
(1972)



Los Campos de Merinos



XIX



Penúltimas aguas os invoco
Olas en viaje hasta la ventana
Que se consume entre la fogata del silencio
Inviernos soñados
Siempre frente a un mismo patio donde secan la ropa

Apena hendido por el frotar de las gaviotas
Regreso al bosque quieto de los pájaros



Las Drogas Silvestres



6



Tu frente lleva pensamientos
Y drogas silvestres
Es una cesta y una cúpula



11



Como tuvo en su memoria el mar una gota de pájaro
Así tú…
Puerta del poniente
Sol enrojecido en su cruz



14




Memoria de oriente
Puedo ver tus pasos en la oscuridad
Sé que respiras en los naranjos
La melodía de un pecho lavado
Una gota inválida cubre tus patios libres
Te anuncias desde el sol de la quietud
Desde una palmera que lleva en los ojos
Como al descuido
arenas



ANAXANDRA



Anaxandra
Tu nombre este invierno araña mi puerta
A veces creo que estás en alguno de los grillos
Que cruzan la pared empapelada
Advierto todo el temor de ti
Cuando un trueno revienta sobre los hormigueros
O desde la puerta del fondo veo cómo el día
Es tragado por la barriga del corral
De noche froto las manos del desvío
Sólo para que no me encuentre
Anaxandra
Tu cabeza cocida de muñeca



Demencia Precoz
(1968)



Diluvios. Resurrecciones



***


Hoy es Diluvio. Ya están con nosotros los pájaros gritando
clavando sus picos en el Arca




***



He terminado

Mi garganta está seca
al detenerse los blancos engranajes
en la sala de máquinas

Ven por mí




Nota:
Los textos fueron extraídos de los libros “Demencia Precoz y Las drogas Silvestres”, Venezuela.


Teófilo Tortolero



Poesía

8 de enero de 2013 | By: Leonardo García.

Federico García Lorca


…y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.
…La luz es sepultada por cadenas y ruidos
como recién salidas de un naufragio de sangre.


Federico García Lorca, escritor, dramaturgo y poeta español. Adscrito a la llamada Generación del 27. Nació en Fuente Vaquero, el 5 de Junio de 1898. Graduado en derecho, (1923); por la Universidad de Granada, donde también cursó estudios de filosofía y letras. Entre sus Obras Poética destacan: Poema del Cante Jondo, 1921; Romancero Gitano, 1928; Poeta en Nueva York, 1930; Llanto por Ignacio Sánchez Mejías, 1935; Seis Poemas Galegos, 1935; Diván del Tamarit, 1936; Sonetos del Amor Oscuro, 1936. Y entre sus obras teatrales figuran: El Maleficio de la Mariposa, 1921; La Zapatera Prodigiosa, 1930; Amor de Don Perlímplin, 1933; Boda de Sangre, 1933; Doña Rosita La Solterona, 1935 y La Casa de Bernarda Alba, 1936.  



Federico García Lorca
(1898)



Poeta en Nueva York
(1930)



Vuelta de Paseo



Asesinado por el cielo.
entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos.

Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo.

Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos.

Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
Y mariposa ahogada en el tintero.

Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!



La Aurora




La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.
La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.
La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible:
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.
Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraíso ni amores deshojados,
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnios
como recién salidas de un naufragio de sangre.



De «Tierra y Luna»


Omega
Poema para Muertos





Las hierbas.


Yo me cortaré la mano derecha.
Espera.


Las hierbas.

Tengo un guante de mercurio y otro de seda.
Espera.


Las hierbas.


No solloces. Silencio. Que no nos sientan.
Espera.


¡Las hierbas!
se cayeron las estatuas
al abrirse la gran puerta.


¡¡Las hierbas!!



Diván del Tamarit

(1936)



Gacelas


Gacela primera
Del Amor Imprevisto



Nadie comprende el perfume
de la oscura magnolia de tu vientre.
Nadie sabía que martirizabas
un colibrí de amor entre los dientes.

Mil caballitos persas se dormían
en la plaza con luna de tu frente,
mientras que yo enlazaba cuatro noches
tu cintura, enemiga de la nieve.

Entre yeso y jazmines, tu mirada
era un pálido ramo de simientes.
Yo busqué, para darte, por mi pecho
las letras de marfil que dicen siempre.

Siempre, siempre: jardín de mi agonía,
tu cuerpo fugitivo para siempre,
La sangre de tus venas en mi boca,
tu boca ya sin luz para mi muerte.



Sonetos del Amor Oscuro
(1936)



Llagas de Amor


Esta luz, este fuego que devora,
este paisaje gris que me rodea,
este dolor por una sola idea,
esta angustia de cielo, mundo y hora,

este llanto de sangre que decora
lira sin pulso ya, lúbrica tea,
este peso del mar que me golpea,
este alacrán que por mi pecho mora,

son guirnalda de amor, cama de herido,
donde sin sueño, sueño tu presencia
entre las ruinas de mi pecho hundido.

Y aunque busco la cumbre de prudencia
Me da tu corazón valle tendido
Con cicuta y pasión de amarga ciencia.



Nota;
Los textos fueron extraídos de la antología «Debolsillo» (Poesía Completa III, Federico García Lorca) .

Federico García Lorca
Poesía Completa III
(Debolsillo)


Federico García Lorca


5 de enero de 2013 | By: Leonardo García.

Chevige Guayke

“En cualquier tiempo        en cualquier siglo
Quien quiera hallarme
sólo tiene que buscarme en Krepuscolía
sólo tiene que volverse atardecer
y sobre todo        tristeza”.



Chevige Guayke (Krepuscolía, Nueva Esparta, 1944). Poeta y narrador. Ganador de los siguientes premios: “Concurso de Cuentos del Nacional; Concurso de Cuentos “Teresa de la Parra” y Bienal de Poesía “Aquiles Nazoa”. Entre sus obras más destacadas figuran: Difuntos en el espejo; Historia que se Cuentan Solas; Sic Transic Gloria Mundi; Cantinflario; Cuaderno Clandestino del príncipe Ateñupalemzah; Solíngrimo; Paique y otros Relatos; Karbhoro es un Lugar Verosímil; Obituario; Salcolía; Faltrikera y otros Bolsillos; Filípica; Edad Subterránea y Krepuscolía.






Chevige Guayke
(1944)


Krepuscolía
(2007)


Soledumbre


-1-

Yo
rostro acuoso
mineral
calcado en la duda de un reino vencido
sombra perdida
en el inagotable silencio de los sueños
en la imantada ventrecha de la muerte.



-5-

No estará el trapecio
cuando intente mi último salto.




-9-

En mí habitan
las bestias que me acechan.




-36-

La próxima vez que nazca
-si es que llego a morirme-
haré todo lo posible
par no ser inmortal.




-50-

Me abandoné
me dejé solo.




-51-

Sólo existe el camino
Por el cual me voy…




-52-

Soy el otro yo
de ese sol que muere en mi horizonte.




Crepuscudumbre


-57-

Kréspulo es el feérico nombre de mi infancia.




-63-

Krepuscolía no es recuerdo
                        no es memoria
es un puerto en mí
es un lugar conmigo.




Casadumbre


-78-

En cualquier tiempo        en cualquier siglo
Quien quiera hallarme
sólo tiene que buscarme en Krepuscolía
sólo tiene que volverse atardecer
y sobre todo        tristeza.




-80-

Asilo de sombras
de dioses en retiro

(uno:
monte
pereto
espejo de hielo)

En destino de zamuro
las memorias       el corral
el perro                       todo.      

(uno:
en la ruina
rastro de duende)

            Casadumbre.




-81-

Mi lugar es la ausencia.




-91-

La mujer deshabitó la casa
y ahora podrá regresar
sólo cuando yo la recuerde.




-92-

Es el salitre devorando todo
devorando esas paredes
devorando la casa
que uno llega y desconoce la casa…
Es el salitre como un duende
en todas las paredes
diluyendo los recuerdos
abriendo heridas adentro
                         ahí mismo en la memoria…




-99-

Esa puerta cerrada es
como la última palabra de la muerte.




-107-

Bueno
ya terminó la historia
me alejo definitivamente de esa puerta gris
de esa puerta cerrada
Rita se fue en mudanza de muerte
y Chuma en mudanza de casa.
No toquen          no llamen ahí
ya no hay quien abra
quien hable de la vida.




-108-

No llamaré silencios.
ni yo mismo saldré
a ver quién soy.
Adiós.



Nota:
Los textos fueron extraídos del libro Krepuscolía, de la editorial Sistema Regional de Imprentas-Anzoátegui-Venezuela.


Krepuscolía
Chevige Guayke
Sistema Regional de Imprentas-Anzoátegui.



Jean Paul Sartre

4 de enero de 2013 | By: Leonardo García.

Fidel Flores


“Búscame en el río
en el sitio del ánima
donde la lechuza rompe el silencio”


Fidel Flores (escritor, poeta, editor y ensayista. Nacido en el tigre-estado. Anzoátegui; 1955). Antropólogo por la universidad Central de Venezuela, en 1980. Entre sus obras más destacadas figuran: De las Manos que Parten y se Pierden; A nuestras Puertas; Poemas del Asesino; Textos de Ausencia; Remero del Adiós; Papeles del Río; Vestigios, (Antología) y Días de Azar. Entre los premios otorgados figuran: La Bienal Nacional de Literatura “Tomás Alfaro calatrava”, con el libro Textos de ausencia y Papeles del Río obtuvo el premio de la Bienal Ciudad de La Asunción.

Fidel Flores


Papeles del Río
(2005)



***

Tú que conoces de trenes
de fronteras que duermen al acecho del transeúnte
selvas que vuelven y nos atrapan.

Tú que habitas el recuerdo
                      la memoria de ancestrales tribus
cuentas los secretos que guardan las piedras
hierbas que traen la luz de los demonios.



***

No olvides esta ciudad.

Deja que el viento arrastre la bruma y su perfume
ya vendrán los barcos
                                                      aguárdalos.

Traen noticias de desconocidas aldeas
tierras envueltas en luces
donde flota tu nombre.



***


El mar es esta calle
                                            aquí
la eternidad son grandes pisadas
                                                                               el silencio.

Vivimos la historia entre árboles
                                           pretendiendo candelas.


Esta calle es el puerto de donde zarpan nuestros veleros
lejanos papeles
                                 serenos
           sin anclas.

Aprendices de palabras que nos abrazan
y no hay ciudad
           únicamente esta calle
           largo camino que nos navega.



***


Las fechas se pierden en el agua

                                           Río que en sal te diluyes
te vuelves gaviota
pez vela.



***


Tus aguas vuelven
                                           daga infinita
remolino
                      juegos
                                     trampas
aromas de tempestad.



***


Aquí
          allá
                 el mismo silencio.

No
no hay viento ni ramajes.
Recuerdos
                                palmeras
árboles
           hojas
que arrastran la corriente
                                  hacia un mar de espanto.

Esta calle es el puerto de donde zarpan nuestros veleros

lejanos papeles
                                 serenos
           sin anclas.

Aprendices de palabras que nos abrazan
y no hay ciudad
           únicamente esta calle
           largo camino que nos navega.



***


Las fechas se pierden en el agua

                                           Río que en sal te diluyes
te vuelves gaviota
pez vela.



***


Tus aguas vuelven
                                           daga infinita
remolino
                      juegos
                                     trampas
aromas de tempestad.



***


A Chevige Guayke



Te abres paso.
espejo de agua
dulce alimento de la especie.
Ése es tu hábito cuando desciendes
cantando.

La costumbre exige antiguas cortesías
conjuro de amantes en la bruma de la noche.
Vuelve a la sal
trasciende el umbral de Babilonia
sus cuartos vacíos
buzones que temen la ausencia.



Vestigios
(Antología, 2007)



A nuestras puertas
(1986- 1989)



No habrá más que polvo


Apareces como un presentimiento
los fuegos y los mares hablan de ti
Y ese nombre que tanto te nombra
Pero yo
No doy respuestas después de muerto.



Final


Llegas
aguárdame en el acantilado
di que es la muerte
la que con su oscuro rostro
te circunda.



Nota:
Los textos fueron extraídos de los libros: Vestigios, (Antología); de la editorial El perro y la rana. y Papeles del río, editado por editores J&P. A continuación un Vídeo bajado del portal youtube.com. "Papeles del Río".


Fidel Flores