26 de julio de 2012 | By: Leonardo García.

Gustavo Adolfo Bécquer


Gustavo Adolfo Bécquer escritor, pintor y poeta. Nacido en Sevilla–España el 17 de febrero de 1836. Entre sus obras más destacadas figuran: Historia de los templos de España, (1857); Cartas literarias a una mujer, (1860-1861); Cartas desde mi celda (1864); Libro de los gorriones, (1868); Obras completas (1871).







El Libro de los Gorriones
Rimas y Leyendas


La Creación
Poema Indio

I

Los aéreos picos del Himalaya se coronan de nieblas oscuras en cuyo seno hierve el rayo, y sobre las llanuras que se extienden a sus pies flotan nubes de ópalo, que derraman sobre las flores un rocío de perlas.
Sobre la onda pura del Ganges se mece la simbólica flor del loto, y en la ribera aguarda su víctima el cocodrilo, verde como las hojas de las plantas acuáticas, que lo esconden a los ojos del viajero.

En la selva del Indostán hay árboles gigantescos, cuyas ramas ofrecen un pabellón al cansado peregrino, y otros cuya sombra letal lo llevan desde el sueño a la muerte.
El amor es un caos de luz y de tinieblas: la mujer, una amalgama de perjurios y ternura; el hombre, un abismo de grandeza y pequeñez; la vida, en fin, puede compararse a una larga cadena con eslabones de hierro y oro.



LXXX

Flores tronchadas, marchitas hojas
Arrastra al viento;
en los espacios tristes gemidos
repite el eco.

Entre las tinieblas de lo pasado,
en las regiones del pensamiento,
gemidos tristes, marchitas galas
son mis recuerdos.



Nota:
Los textos fueron extraídos del libro “Rimas y Leyendas” de la editorial Edimat, de la colección “clásicos de la literatura, poesía”. a continuación un documental del poeta Gustavo Adolfo Bécquer realizado por History Channel Parte I, bajado de la página de Youtube.com. El resto del documental lo pueden seguir viendo por el portal youtube. Espero que el vídeo sea de su agrado.


23 de julio de 2012 | By: Leonardo García.

Alessandra Coronel



“…Pude haber estado ahí
Pero no    y tú continúas estando como una nota que nunca se cierra”

Alessandra Coronel nació en Carora, estado Lara, 1992. Estudia 2º años de Ciencias en la unidad educativa Pedro Camejo.  Integrante del programa liceísta de la Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. Ha recibido los siguientes reconocimientos y premios en poesía: Letras Nacientes (Carora, 2003); primer lugar en el premio nacional de poesía Cheo Rodríguez (Carora años 2006, 2007 y 2008). Premio Regional de poesía Numa Rojas (Carora, 2009). Mención especial en el XII concurso nacional de poesía Liceísta de la Casa Andrés Bello (Caracas, 2009). Publicaciones de antologías: Niños poetas de Carora (2005). Poetas Venezolanas BCV Cultural (Caracas, 2009). “Jóvenes Poetas” separata de la Revista Cultural principia (Barquisimeto, 2009); Rosa Caribe, de la editorial La Mancha, (2012) Publicó artículos de prensa en el diario El Caroreño años 2008 y 2009 en Carora.



Textos poéticos
(Entre tunas)

“Quién asiste las intermitencias de las velas que encendiste”


***

En la frialdad de las finas gotas,
no hay lugares visibles
cuando escribo no hablo,
me encierro en una palabra
y la repito
repetidas formas de árboles abstractos
repetidas carnes viejas
de viejas que gritan
me asomé a ver la calle lavarse sola y sin alma
la lluvia corre sin fe
y entonces soy tan igual
que ni siquiera existo
repetidas palabras
de voces desconocidas
pierden sentido las letras inventadas
y en este caso…
una negativa.


***

Después que los astros dieron su paseo desigual
La fuerza vino
el cataclismo de luces
el naufragio de versos rotos.
No sé dé donde nació el último verso… no lo sé
un pañuelo
la tarde triste, cayendo a pedazos sobre las
montañas
como la nada, en los ojos vacíos
del perro muerto en la esquina.


***

Desvisto las heridas del camino
hay tunas y algún pájaro
al final vengo a ser los cardones
cuando no hay promesas de sequía
cuando el barranco intimida en la intemperie
y el sueño de los chivos
es recio e imposible
Reniega
el trabajo pesa sobre la piel
y el hambre se nota
en la luz del ojo cerrado
como parpadeantes esperas
en el naufragio seco, desvirtuando
polen y amarras
temblando en verde
temblando en sueños
ruido y partida
sólo quedan tunas
y flores amarillas en el camino.


Nota:
Los textos fueron extraídos del libro: “Entre tunas” de la colección: “Alta Voz”, de La Fundación Casa Nacional de las Letras Andrés Bello. 

Alessandra Coronel


6 de julio de 2012 | By: Leonardo García.

Arthur Rimbaud

El Gran Maldito

"…!Ah, eso! El reloj de la vida se acaba de detener. Ya no estoy en el mundo. La teología es seria, el infierno está seguramente abajo, y el cielo arriba. Éxtasis, pesadilla, sueño en un hilo de llamas”.

Abriendo esta décima tercera entrada del Blog, con una de las frases del Impecable Poeta Francés "Arthur Rimbaud". Cuya vida y obra poética fueron Meteórica y arrasadoras. con un impresionable dominio de lo que era la poesía y sus inexorables abismos.  Tanto así, que el autor dice: “Hubo primero un estudio. Yo escribía silencios, noches, tomaba notas de lo inexpresable. Domaba vértigos”.

Arthur Rimbaud poeta y narrador. nacido en Charleville-Mézières (Francia) el 20 de octubre de 1854. Se le considera por muchos como uno de los más grandes poetas en la historia de la poesía francesa y del mundo. Entre sus obras más destacadas figuran: Una temporada en el infierno, (1873); Las Iluminaciones, (1886) entre otros textos que fueron recogidos y publicados en su debido momento.


(1854-1891)

Textos Poéticos

El Espíritu

Traducción: Alberto Manzano

Eternas ondinas,
dividid el agua fina.
Venus, hermana del azur,
esparce la marea pura.

Judíos errantes de noruega,
habladme de la nieve.
Queridos exiliados antiguos,
habladme del mar.

Yo. -no, basta de esas bebidas puras
de esas flores de agua para vasos;
ni leyendas ni figuras
me calmarán la sed;

Coplero, tu ahijada
es mi sed tan loca
hidra íntima sin morros
que mina y desola.



Joven Matrimonio

Traducción: Alberto Manzano

La habitación está abierta al cielo azul-turquí;
no queda espacio: ¡cofres y arcones!
afuera el muro está lleno de aristoloquias
en las que vibran las encías de los diablillos.

¡Sin dudas son intrigas de genios
ese gasto y desórdenes vanos!
es la hada africana la que facilita
la mora, y las redecillas en los rincones.

Entran varios, madrinas descontentas
en palmos de luz en los armarios,
¡y se quedan! El matrimonio se ausenta
poco serios, y no ocurre nada.

El marido tiene al viento en su contra
durante su ausencia, aquí, todo el rato.
incluso los espíritus de las aguas, malhechores
entran a vagar por las esferas de la alcoba.

La noche, la amiga ¡oh! La luna de miel
conquistará sus sonrisas y llenará
con mil cintas de cobre el cielo.
después tendrán que ocuparse de la rata maligna.

-Si no llegara un fuego locuelo lívido,
como un tiro de fusil, tras las vísperas.
-¡oh espectros santos y blancos de Belén,
encantad primero el azul de su ventana!

27 de junio 1872


Los Sentados


Traducción: Alberto Manzano

Negros de lupias, picados de viruelas, los ojos cercados de anillos
verdes, sus dedos tumorosos crispados en sus fémures,
el sincipucio chapeado de hurañidades vagas
como afloraciones leprosas de viejos muros;

Han injertado en amores epilépticos
su fantástica osamenta en los grandes esqueletos negros
de su silla; sus pies de barrotes raquíticos
¡se entrelazan mañanas y tardes!

Esos viejos siempre han hecho trenza con sus asientos,
sintiendo los soles vivos percalizar su piel,
o los ojos en el cristal donde se marchitan las nieves,
temblando con el temblor doloroso del sapo.

Y los asientos tienen atenciones con ellos: culera oscura,
la paja cede a los ángulos de sus riñones;
el alma de los viejos soles se enciende, fajada
en esas trenzas de espigas en la que fermentaron los granos.

Y los sentados, rodillas a los dientes, verdes pianistas,
los diez dedos bajo su asiento con rumores de tambor,
se escuchan chapotear barcarolas tristes,
y sus cabezotas van en balanceos de amor.

¡Oh! ¡no les hagáis levantar! Es el naufragio…
emergen, gruñendo como gatos apaleados,
abriendo lentamente sus omoplatos, ¡oh rabia!
todos sus pantalones hinchados en sus riñones abotagados.

Y vosotros los escucháis, golpeando sus cabezas calvas
en los muros oscuros, chapeando y chapeando sus pies torcidos
¡y sus botones del traje son pupilas salvajes
que os clavan la mirada desde el fondo de los pasillos!

Además, tienen una mano invisible que mata:
en el ángulo, su mirada filtra ese veneno negro
que carga con la mirada sufrida de la perra apaleada,
y sudáis, apresados en su atroz embudo.
Sentados de nuevo, los puños ahogados en sucios puños,
piensa en los que le han hecho levantar
y, de la aurora a la noche, racimos de amígdalas
bajo sus mentones endebles se agitan hasta reventar.

Cuando el austero sueño ha bajado sus viseras,
sueñan sobre sus brazos de asientos fecundados,
verdaderos amorcitos de sillas en hilera
por las que grandes oficinas serán cercadas.

Flores de tintas arrojando polen en comas
los acunan, a lo largo de cálices acurrucados
tales como en el filo de los gladiolos el vuelo de libélulas
-y su miembro se excita en las barbas de las espigas.



(1943)

Corchero Borracho

Traducción: Alberto Manzano

Puerco
bebe:
Nácar
Ve:

Acre
Ley
Simón
¡cae!

Mujer
Cae,
Lomo

Sangra:
Gime,
¡clama!

A.R.


Joven tragón

Traducción: Alberto Manzano


Gorra
de muaré
picha
de marfil,

lavabo
muy negro
Paul atisba
El armario,

Proyecta
Lengüeta
Sobre cabeza,

Se apresta
Varilla,
Y diarrea.

A.R.


(1873)

Delirios II
Alquimia del Verbo


“Ahora estoy Maldito, tengo Horror de la patria”


Hambre


Versión I
Traducción: Nicolás Suescún


Ahora ya no me gustan
sino la tierra y las piedras,
mi almuerzo es siempre de aire,
de rocas, carbones y hierro.

Gire, hambres mías, pasten
hambres en el prado sonoro.
Atraigan el alegre veneno
de las enredaderas.

Cómanse los guijarros que rompemos,
las viejas piedras de las iglesias,
las lajas de los viejos diluvios,
panes sembrados en los grises valles.

Aullaba el lobo bajo las hojas
y escupía las bellas plumas
de su merienda de aves:
como él yo me consumo.

Las verduras, las frutas
sólo esperan las cosechas;
pero la araña del seto
no come sino violetas.

¡Que me duerma!  Que hierva
en los altares de salomón.
El caldo corre en la herrumbre
y se mezcla con el Cedrón.


Fiestas del Hambre

Versión II
Traducción: Alberto Manzano


Mi hambre, Ana, Ana
huye sobre tu asno.

Si tengo “gusto”, es apenas
por la tierra y las piedras.
¡Dinn! ¡dinn! ¡dinn! ¡dinn! Comamos el aire,
la roca, los carbones, el hierro.

Mis hambres, girad. Paced, hambres,
¡en el prado de los sonidos!
traed el alegre veneno
de las campanillas;

¡Comed
las piedras que un pobre rompe,
las viejas piedras de iglesia,
los guijarros, hilos de los diluvios,
panes tendidos en los valles grises!

Mis hambres, son los cabos del aire negro;
el azul sonoro;
-Es el estómago que me tira,
en la desgracia.

¡Sobre la piedra han aparecido las hojas
voy a los carros de fruto de bledos.
en el seno del surco recojo
la dulceta y la violeta.

Mi hambre, Ana, Ana
huye sobre tu asno.

Agosto 1872


(1886)

Marina
Traducción: Nicolás Suescún

Las carrozas de plata y de cobre.
Las proas de acero y plata
baten la espuma,
levantan las raíces de las zarzas.
Las corrientes de la landa,
y las huellas inmensas del reflujo
fluyen circularmente hacia el este,
hacia las columnas del bosque,
hacia los troncos del muelle,
cuyo ángulo golpean remolinos de luz.




Nota:
Los textos fueron extraídos de los libros: “Obras Escogidas” de la editorial: edicomunicación. S.A. de la colección Crisol. Y de la obra Arthur Rimbaud: Una temporada en el infierno, Iluminaciones y El barco ebrio, de la editorial alfaguara. a continuación un vídeo documental sobre el poeta, bajado de la página Youtube.com.



1 de julio de 2012 | By: Leonardo García.

José María Eguren


"Era el alba,
 cuando las gotas de sangre en el olmo
 exhalaban tristísima luz"


José María Eguren Poeta, fotógrafo y pintor. Nacido en Lima (Perú) el 7 de julio de 1874. Hijo de José María Eguren y Cáceda y Doña Eulalia Rodríguez Hercelles. En 1911 publica su primer libro titulado “Simbólicas”. En el año 1916 al llegar por primera vez a Lima, César Vallejo va a visitar a Eguren a Barranco. El 30 de marzo publica en Trujillo su entrevista con Eguren en el número 2 de la Revista La Semana. Entre sus Obras más destacas figuran: Simbólicas, (1911); La Canción de las figuras, (1916); Sombra, (1920); y Visiones de Enero. Entre otros textos que iré publicando en su debido tiempo.






José María Eguren

OBRA POÉTICA


A la memoria
de mi querido hermano
Jorge Luis Eguren




Simbólicas 1911



Era el alba,
cuando las gotas de sangre en el olmo
exhalaban tristísima luz.

Los amores
de la chinesca tarde fenecieron
nublados en la música azul.

Vagan rosas
ocultas en sueños blanquecinos,
señales de muriente dolor.

Y tus ojos
el fantasma de la noche olvidaron,
abiertos a la joven canción.

Es el alba;
hay una sangre bermeja en el olmo,
y un rencor doliente en el jardín.

Gime el bosque,
y en la bruma hay rostros desconocidos
que contemplan al árbol morir.


Y soñé, de un templete bajaban
dos dulces bellezas matinales;
y oí melancólicas hablaban
de las nobles dichas forestales.
Las vi en el blasón de la poterna
azulinas y casi borradas
despierto años después, la cisterna
las mecía medio retratadas.
Y al fin las divisé lastimosas
por los caminos y por las abras;
y hablaban las medias melodiosas;
pero no se oían sus palabras.
Así, su memoria me traía
las baladas de Mendelssonhn claras;
pero ni Beethoven poseía
la tristísima luz de esas caras.

Obra en acuarela de Eguren, titulada: "Fantasmagoría"
La Dama I

La dama I, vagarosa
en la niebla del lago,
canta las finas trovas.

Va en su góndola encantada
de papel a la misa
verde de la mañana.

Y en su ruta va cogiendo
las dormidas Umbelas
y los papiros muertos.

Los sueños rubios de aromas
despiertan blandamente
su sardana en las hojas

Y parte dulce, adormida
a la borrosa iglesia
de la luz amarilla.


Los Reyes rojos

Desde la aurora
combaten dos reyes rojos,
con lanza de oro.

Por verde bosque
y en los purpurinos cerros
vibra su ceño.

Falcones reyes
batallan en lejanías
de oro azulinas.

Por la luz cadmio,
airada se ven pequeñas
sus formas negras.

Viene la noche
y firmes combaten foscos
los reyes rojos.


Las Torres

Bruna lejanía…;
batallan las torres
presentando
siluetas enormes.

Áureas lejanías…;
las torres monarcas
se confunden
en sus iras llamas.

Roja lejanía…;
se hieren las torres;
purpurados
se oyen sus clamores.

Negras lejanías…;
horas cenicientas
se obscurecen
¡Ay, las torres muertas!


Syhna la blanca


De sangre celeste
syhna la blanca,
sueña triste
en la torre de ámbar.

Y sotas de copas
verdelistadas
un obscuro
vino le preparan.

Sueños azulean
la bruma laca;
mundos rojos
cierran la ventana.

El silencio cunde,
las elfas vagan;
huye luego
la mansión cerrada.


La Canción de las figuras 1916

La Niña de la lámpara azul

En el pasadizo nebuloso
cual mágico sueño de Estambul,
su perfil presenta destelloso
la niña de la lámpara azul.

Ágil y risueña se insinúa,
y su llama reductora brilla,
tiembla en su cabello la garúa
de la playa de la maravilla.

Con voz infantil y melodiosa
en fresco aroma de abedul,
habla de una vida milagrosa
la niña de la lámpara azul.

Con cálidos ojos de dulzura
y besos de amor matutino,
me ofrece la bella criatura
un mágico y celeste camino.

De encantación en un derroche,
hiende leda, vaporoso tul;
y me guía a través de la noche
la niña de la lámpara azul.


La Sangre

El mustio peregrino
vio en el monte una huella de sangre;
la sigue pensativo
en los recuerdos claros de su tarde.

El triste, paso a paso,
la ve en la ciudad dormida, blanca
junto a los cadalsos,
y a morir de ciegas atalayas.

El curvo peregrino
transita por bosque adorantes
y los reinos malditos;
y siempre mira las rojas señales.

Abrumado le mueven
tempestades y luna pontinas,
más, allí, transparentes
y dolorosas las huellas titilan.

Y salva estremecido
las región de las nieves sagradas;
no vislumbra al herido,
sólo las huellas que nunca se acaban.


Sombra.

La Muerta de Marfil


Contemplé, en la mañana,
la tumba de una niña;
en el sauce lloroso gemía tramontana,
desolando la amena, brilladora campiña.
Desde el túmulo frío, de verdes oquedades,
volaba el pensamiento
hacia la núbil áurea. Bella de otras edades,
ceñida de contento.
Al ver obscuras flores,
libélulas moradas junto a las losas abiertas,
pensé en el jardín claro, en el jardín de amores,
de la beldad despierta.
Como sombría nube, al ver la tumba rara,
de un fluvión mortecino en la arena y el hielo,
pensé en la rubia aurora de juventud que amara
la niña, flor de cielo.
Por el lloroso sauce, lilial música de ella,
modula el aura sola en el panteón de olvido.
murió canora y bella;
y están sus restos blancos
como el marfil pulido.

Obra poética "Motivos"
José María Eguren
Editorial Ayacucho


Nota: 
Los textos fueron extraídos de la antología poética "Motivos" de la colección clásica, Editorial Ayacucho, Venezuela. a continuación un documental sobre el poeta "José María Eguren".