1 de agosto de 2013 | By: Leonardo García.

Lionel Valdivia

 “Por qué te empeñas en tener mi herencia,
hoy que sólo para darte tengo el silencio”


Lionel Valdivia Aguiar
(Camagüey, 1975)




LOS PUERTOS DEL SILENCIO

(Fragmentos)
IX

a Daniel



Por qué te empeñas en tener mi herencia,
hoy que sólo para darte tengo el silencio,
unas pocas letras definiendo la nada
y    la persecución indigna de la noche.
Es tiempo de la desnudez, del áncora,
de la danza silvestre sobre la sombra.
Pero aún no están repletos los baúles,
faltan diagonales enteras,
cuadros vacíos que te corresponden
y perderán la profundidad bajo tu pluma.
Solo puedo legarte un reino despoblado
de fronteras inconclusas,
una mano para arrastrar baldes de agua
incapaz de conducirte a los peces,
un ojo impuro en el centro del pecho
con su túnica gris cubriendo los veranos...

Sin embargo, parezco al mismo tiempo
el vástago del miedo, la mención eterna,
el bufón predestinado a separar de tus pies
los hambrientos escorpiones,
apartarlos de tus columnas de bases planas
como el mundo,
hasta que reconozcas en la fachada de la casa
las fauces temibles del invierno.

Yo, el pastor, pretendo darte el cayado
pero no las ovejas,
desconozco mis pertenencias,
los agujeros por los que deberé ascender.

Abdico y construyo para nosotros
una quinta dimensión, otras pirámides,
otro Zeus sobre su trono de mármol,
y encargo a las damas el cuidado de los jardines
esparcidos por el aire
de una ciudad cada día menos conocida.

Todo para ahuyentar los ojos de la muerte.

Al comenzar tu ensamblaje final
en la intermitencia del vacío
Estarás apto para emprender tu traición,
para descomponerme en los libros que me forman
y odiarme,
retener mi imagen
en unas coordenadas semejantes a la diana,
al rumbo del dedo índice arrojado junto al tiempo.

También he tenido una araña hambrienta en mi estómago.
Otros cimientos he devorado,
semejaban la lira y el polvo.
Te disculpo y te envidio.
El álgebra secreta de los juegos
se me ha permitido descubrir otra vez.

Deudor, sereno y miope silbante,
adivino, en los puntos oscuros de la geografía,
tus descubrimientos de la luz.


Lionel Valdivia Aguiar

Portada del Libro:
"Desde los puentes"