30 de agosto de 2012 | By: Leonardo García.

William Osuna


“Oh tú hipócrita varón de las oficinas
Mi hermano          mi semejante
Cuantos desafíos      cuanto honrosa miseria”.

William Osuna Poeta, editor y docente. Nació en Caracas en 1948. Dirigió el taller de poesía del centro de estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Celarg (1981), y el taller de poesía Casa de la Cultura de Maracay (1982). Impartió Cátedra de poesía en la Universidad Metropolitana, dirección de cultura (1991-1995). Obtuvo, entre otros, los premios: IV Bienal José Antonio ramos Sucre, (1976), Manuel Díaz Rodríguez, (1982), Ciudad de caracas, (1983) y el premio Nacional de Literatura de Venezuela en el año 2008. Entre sus obras más destacadas figuran: Estos 81, (1978); Mas si yo fuese poeta, un buen poeta, (1978) San José Blues +Epopeya del Guaire y otros poemas, (2003); Miré los muros de la patria mía, (2004); Fragmentos, (2010). Actualmente preside la Fundación Editorial el Perro y la Rana y dirige la revista A plena Voz.


William Osuna

Antología de la mala calle
(2010)


Salmo


Entre los imperios en decadencia
Y declinen ciudades.
No irán junto a mí
Los terribles espejos que me contemplaron.
No se consagrarán los cuerpos en ruinas,
Ni cuanto supe de ancianos vencidos.
Sea mi estandarte en medio de tanta alabanza
Gloria y fama para los que guardaron distancias
en razón.
La suerte y todos mis sueños bajo insólita ley.
Una devoción desnuda vuelve a confirmarnos.
Piedra sobre piedra, boca sobre boca
Y todo requiere ayuda en estos lugares ferrosos.


Profecías


Voy a destapar todas las alcantarillas,
Después te retiraré los garfios
Y el viento quejumbroso de tu bancarrota.

Oh tú, casa fugitiva, loba de los suburbios;
Antes te haré asomar por mortecinos laberintos,
Donde mandan los escudos más distantes.

(Mi cruel y bendita ciudad
4 son las heridas de tu frente
Y el mundo de abajo sostiene tu manto.

No hay mito que te confirme, contigo al instante
Del barranco, a la mano, y al empujón)

Voy a despertarte en un diluvio
De rígidos caminos.

De altos hornos, hermosos y extensos
Como la cola de un Packard viejo.


País (II)

País  sentado como un perro de acero

Mordisco y mandíbula en retiro

Por mi código en crepúsculo
Hablé desamores violenté cerraduras
Apreté tornillos

En mi cabeza tumbé ilusiones
No había otra salida en mi edad oscura

Mi mundo y yo resueltos como a botellazos en las barras.


Los premios


No canté en el Bronx
bajo los nobles cueros
con Feliciano y Lavoe

No

Nada

Ni un cero hermoso
En la pizarra del Universitario

Devorado por el aire

Me dieron a este país de lata

Y al grito inmóvil
de todos
                los ejecutados.


El torturador


Hice mi trabajo

No reconozco otra ley

En la penumbra y sobre los fondos de botellas
Más allá de mi temor
Fui victorioso

Reservé para ti estos cables humeantes

Este   vuelo de cabellos contra  la pared

Contemplé el horror en un cubo
De hielo

Cumplí

Que no sea el  blanco
De tu podrida bandera.


Nota:
Los textos fueron extraídos del libro titulado “Antología de La Mala Calle, 2da edición” de la editorial “fondo editorial fundarte”, Venezuela. a continuación un reportaje documental sobre el poeta caraqueño llamado "William Osuna".

William Osuna