4 de junio de 2012 | By: Leonardo García.

Ramón Elías Laffita

…Contra el terror nada es aparente
eliges torsos en la oscuridad
y del tanteo nace lo insaciable.

Ramón Elías Laffita (Baracoa, 1968). Poeta y narrador. Miembro de la UNEAC. Tiene publicado los siguientes libros de poesía: Las tribulaciones de Adán (1991), Contaminados por la sombra (1998), Sueño mágico (2002), Palabras hacia la noche (2005) y un libro de antología poética titulado: “Espacio Mínimo” (2008), Ganadores del concurso literario “Juan francisco Manzano, La Habana Vieja. Ha recibido importantes premios en diferentes certámenes: Regino Boti (1990), Luís Rogelio Nogueras (1995) y mención especial en el Concurso Internacional Nosside Caribe (2004). Actualmente está radicado en el Edo. Anzoátegui- Venezuela.



Ramón Elías Laffita

(1968)



Espacio Mínimo
(2008)





Apertura

  
La vieja ciudad se aísla de la noche
noche de alabastro
sobre el ojo de la noche.
nace un sol filtrado por la sombra
y la luz es el polvo
margen o espacio de los días.
Espacio Mínimo
(Ediciones extramuros)
2008.
En su cambiante espíritu
la ciudad nos contiene
    nos eleva
como vapor de agua que el frío oculta.
así de elíptica es la ciudad.
selva que nos castiga y llama.


SI LA CIUDAD SE AÍSLA
                    del ojo de la noche
los portales se alejan del caminante.
El sepia forma con su rostro
las columnas      las aldabas
donde todo sucumbe.
Desde la inmerecida madrugada
trasgredo y hablo
y aunque me baste para salmodiar
el tiempo
no basta la memoria si deseas
limpiar de musgo el aire
de hollín a las palabras.
El caminante busca el sitio exacto
donde poner la llaga
donde alistarse para borrar el óxido
que la sombra acumula.
En las alcantarillas   los bardos
también buscan
La demasiada luz    el opio.
   


Hasta aquí ha llegado el texto poético titulado: “Apertura” de la Antología Espacio Mínimo. Ahora, un inédito poema (primicia para nuestro Blog) de su más reciente Libro Titulado: “Pulsaciones” El Autor desde su más hondo abismo, exclama: “La vida es una cuerda que también se parte”



Pulsaciones


La vida es una cuerda que también se parte


  
En una sala de hospital/ piensas que morirás/
al día siguiente de creerlo. / y el mundo se te vira
como una postal/ausente en la memoria. /es cuando aparecen/
al más leve contacto con la sangre:/madre y abuela/
envueltas en la nostalgia/ del enfermo/ que ya cavila por su muerte. /
para el enfermo/quien ha soportado por años/los ojos de la frialdad/las manos de la paciencia/ el temblor hecho árbol y raíz/no hay río que sostenga sus aguas/
ni verdad más sensata que una flor roja/ sobre la cama de aquel hospital/ en un domingo infeliz y solitario/como son los domingos/y la desdicha. / en esa sala de hospital. / es triste verse desamparado/ por los amigos que alguna vez/fueron amigos. /es triste ver la luz alejarse de su ruta/ y sentirse frágil/ en la más pura y absoluta desolación. /en esa sala de hospital/
a la que nunca deseaste regresar / la vida es una cuerda/ que también se parte.



Iremos al libro: "Las tribulaciones de Adán" (Ediciones el Mar y la Montaña, 1991). El autor nos dice: "Voy sobre dos Caballos que imitan a la Muerte"





La tribulaciones de Adán
(1991)



El Convicto
  

Ya no son estos pasos ni esta húmeda claridad
los que me van hacer eterno.
Quizás sea la fijeza con que se gravita
o el humo resbaladizo.
Tal vez logre sobrevivir delante de tantos domadores
entre la PODREDUMBRE Y CEGUERA que exprime la palabra.
Tal vez calle o parpadee hondo
cuando por fin conozca la verdadera dinastía del abismo
el frío tan violento del SOL y de la niebla.
Por fortuna he percibido el dédalo imperioso de los años
la supuesta fe del que se ciñe a la costumbre.
Qué importa la sílaba y el color si la sombra
se abre a nuestra vista como el MAR sin retorno.
Qué importa la batalla si en tiempo de nobleza
se MUERE al extinguir la LUZ y la metáfora.
Voy sobre dos CABALLOS que imitan a la MUERTE
al RELÁMPAGO y a la indomable heraldía de los locos.
Siento que la dicha es oíble como estos pasos y esta claridad
que lo eterno nos obliga a ser vano y mezquino
que sobrevivir es esconderse junto a las PIEDRAS y los árboles.
No es un milagro ENCENDER la memoria en días póstumos
basta con demostrar que la vida está hecha de privilegios.
Esta ciudad por divina es un RASGUÑO a media voz
y la PUPILA algo inmenso detrás de cada golpe.
Creo en la cicatriz que deja el verso y lo memorable
en la sana teoría con que armo y desarmo la vigilia.
A favor del TIGRE Y DE LA SERPIENTE el linaje de los vivos
la maestría, el artificio como red interminable.
Quedaré en el éxtasis después de la tormenta porque será muy difícil
en estos tiempo tapar de un manotazo la boca del convicto.


Portada del Libro
Las Tribulaciones de Adán
Ramón Elías Laffita.

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